Brucelosis: ¿Que es?

domingo, 6 de diciembre de 2009


LA BRUCELOSIS A GRANDES RASGOS, DATOS IMPORTANTES A CONOCER:

La brucelosis canina es una enfermedad infectocontagiosa, causado por un parásito microorganico Gram negativo intracelular, cuyo nombre es Brucella Canis. Caracterizada por abortos, infecciones gonadales e infertilidad en ambos sexos.




  • Genética:
Sin predisposición genética conocida.


Predilección de raza, sexo y edad.
En cuanto a la raza no tiene alguna predilección especifica, aunque existe una mayor frecuencia en los Beagles.

En lo referente al sexo, existe una leve frecuencia dominante en sexo hembras, sin embargo, debe quedar claramente establecido que ambos sexos son altamente susceptibles de contraerla.

En lo concerniente a la edad, no guarda alguna relación especifica con ella, es decir, en toda edad se es susceptible a ella, aunque es de un mayor índice encontrarla en ejemplares sexualmente maduros, debido a la forma principal de transmisión.


  • Transmisión:

Su principal vehículo portador es a través de la vía venérea con semen infectado, descargas vaginales infectadas, tejidos placentarios o fetos abortados, o a través de vía oral por medio de la ingesta de algún mecanismo particular que considere las alternativas de residuos infecciosos anteriormente señalados.

  • Sistemas afectados:
Reproductivo, ganglios linfáticos, medula ósea vertebral.Su mayor tendencia es manifestarse en los tejidos linfáticos, placentarios y genitales masculinos.


  • Patogénesis:
La bacteriemia se presenta de dos a tres semanas, después del contacto, acompañándose por lo general de algún aumento de los ganglios linfáticos, pudiendo tener largos periodos de permanencia en los ejemplares afectados y, comprometiendo otros sistemas y órganos al paso de estos periodos, habiéndose observado pacientes con una duración superior al año en dicho proceso.


  • Caracterización:
En hembras esta dado por la infección del tejido placentario, aborto e infertilidad. En los machos esta caracterizada por infección de tejidos gonadal es, orquitis (inflamación testicular), prostatitis (inflamación de la próstata), lo que en conjunto puede conllevar a atrofia testicular con la evidente infertilidad en este sexo.


  • Sintomatología (Manifestaciones clínicas):

Los síntomas clínicos son casi imperceptibles, pudiendo los ejemplares portadores parecer sanos y normales.

Existen ciertos signos que no necesariamente son específicos y únicos de la enfermedad tales como, perdida de la libido, letárgica, tumefacción de ganglios linfáticos, tumefacción y dermatitis escrotal, atrofia testicular uní o bilateral uveítis anterior (ojo rojo), dolores de lomo por dicoespondilitis de las vértebras toráxicas y lumbares.

Los hechos más ligados a la enfermedad pero aun así no lo más visibles son aquellos que corresponden a la muerte embrionaria temprana de 10 a 30 días desde el momento de la concepción, pudiendo estos embriones ser expulsados o reabsorbidos por el propio organismos, lo que resulta prácticamente inobservable por el propietario o criador, por lo cual ante este tipo de situación deberá sospecharse de una infertilidad ocasionada por la brucelosis, lo que hace altamente aconsejable practicar ecografía ginecológica en rededor de los 20 días del momento del servicio de cruza.

El signo más evidente y alarmante será el espontáneo aborto comprendido entre los días 30 a 60, pero especialmente en el ultimo tercio del periodo de gestación, causando la muerte por difusión placentaria, ya que en ella existe una alta concentración del microorganismo, aunque la preñez puede terminar en cualquiera de sus estadíos.

No obstante lo anterior y considerando que toda enfermedad es limitada, y tratándose de una infección intracelular, pueden existir periodos de continuidad discreta, es decir, periodos en que el evento no aparezca, pudiendo en estos casos los exámenes arrojar resultados falsos negativos. Esta situación se da con bastante frecuencia en casos de ejemplares afectados en forma crónica, en donde la bacteriemia es intermitente, pudiendo dar en un segundo examen positivo verdadero, siempre y cuando concuerde con un pic de bacterias en el torrente sanguíneo.

Estas razones explicarían el hecho de porque algunas hembras puedan reproducir, después de haber abortado una o dos veces, informándose negativo sus exámenes de brucelosis canina, como al igual pudiese acontecer con el tests aplicado a su camada. Estos cachorros nacerán débiles y por lo general sus exámenes resultarán ser positivos verdaderos.

Tal vez sería adecuado estimar la frase que muchos acuñan "... las enfermedades no existen, sino los enfermos...", por lo cual sería aconsejable testear más de alguna vez, especialmente a aquellos ejemplares que hallan sido afectado de una u otra forma por la brucelosis.


  • Potencial de Zoonosis (Transmisión al ser humano):
La mayoría de los informes y estudios manifiestan que la enfermedad tiene un carácter de transmisibilidad de contagio hacia el ser humano, a través del contacto con la mucosa conjuntival o piel lacerada, pero apuntan que su incide es escaso por no decir casi nulo, la enfermedad sería de carácter leve, respondiendo de buena y rápida forma a tratamientos terapéuticos sobre la base de antibióticos específicos.


  • Precauciones:
Es inminente aceptar la zoonosis de la enfermedad, y desde esta perspectiva tener las precauciones necesarias, que en mi opinión nunca serán suficientes, dada la intima interrelación de convivencia que establece el hombre con el perro, especialmente con los animales de compañía y en los criaderos, y por sobre todo en este ultimo caso en donde supuestamente puede existir un contacto mayor o más directo con la presencia de fetos abortado - recordar que estos estarán altamente infectados por la localización de la bacteriemia en la placenta -, placentas infectadas, descargas vaginales que pueden llegar a duran hasta seis semanas post aborto - caracterizadas por olor putrefacto y color verdoso o rojizo -, secreciones genitourinarias de animales afectados - en los machos a través la micción de orina y semen -.


Por los motivos expuestos hasta acá se hace severamente indispensable realizar controles a través de exámenes ha doc con no más de treinta días de antelación a la fecha de apareamiento, tanto para hembras y machos. En relación con estos últimos, tal vez resulte más aconsejable practicar tales exámenes con mayor frecuencia, a modo de implantar una rutina, ya que algunos estudios parecen apuntar que dicho sexo pudiese tener una predisposición relativamente mayor al contagio en un tiempo más corto ante el hecho de cohabitar machos sanos con ejemplares infectados, en rededor de 4 meses, en relación a las hembras, que bajo condiciones similares tardarían entre 6 a 7 meses.


  • Exámenes de laboratorio:

El análisis de laboratorio que se practica con mayor frecuencia dada su alto rango de confiabilidad y su rapidez de resultado, cosa de minutos, es el tests de aglutinación. En él se informa de la presencia de anticuerpos contra la Brucellas canis, en la muestra de sangre testada. Esta basado en la negatividad de la información, es decir, posee una alta certeza de la no infección del ejemplar. Puede ser aplicado a perros de 3 a 4 semanas post infección, pero lamentablemente arroja un alto índice de resultados positivo falsos. Para estos caso deberá a repetirse el examen o apoyarse en otros estudios de laboratorio algo más tardíos.


  • Tratamientos médicos: 


Existen tratamientos a base de antibióticos específicos, pero son prolongados y nada de económicos, especialmente si se considera el factor de éxito de el mismo, pues no denota una certeza clara en sus resultados. Puede ser este el motivo de ser considerada una enfermedad sin cura, pues no es posible precisar con exactitud cuando el animal deja de ser portador. Sin embargo un tratamiento se puede considerar satisfactorio, cuando el ejemplar retorna a su estado negativo a través de sus exámenes, y este persiste a lo menos tres meses con una bacteriemia ausente pero cuidado, ya que en algunas ocasiones el tratamiento puede llevar a titular anticuerpos extremadamente mínimos persistentes sin infección, es decir, sin bacteriemia.

Como dato referencial aquellos animales en que la infección poseen un tiempo de tres a cuatro meses, pueden tener posibilidad de responder de mejor forma a un tratamiento, sin embargos cuando ya existe un estado crónico, especialmente en los machos, el tratamiento se torna más dificultoso por la resistencia propiamente tal.

Bajo estos conceptos es de vital importancia no considerar estos tratamientos en planteles reproductores como la panacea, sino pensar en la castración, eliminación de la actividad reproductiva o el sacrificio a trabes de la eutanasia de él (ella). Luego, nunca deberá pensarse que el tratamiento llevara hacia una negatividad, pues la enfermedad puede reaparecer en cualquier momento, por lo cual los exámenes siempre necesitarán apoyo a través del tiempo, recomendándose uno cada mes, por un tiempo mínimo de tres meses post tratamiento.

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